El poder de la autocuración: Cómo para curarse a sí mismo

Los seres humanos tienen la capacidad para curarse a sí mismos. Sin embargo, la mayoría de las veces no somos conscientes de nuestro verdadero poder, y por esta razón, nos sentimos infelices. De hecho, si fuéramos realmente conscientes del poder de nuestra mente, podríamos mejorar nuestros sentimientos, sanar nuestra alma y nuestro cuerpo. Y como muchas enfermedades físicas se originan en el malestar emocional, es importante para saber qué podemos hacer para evitarlo. Por lo tanto, en este artículo, voy a explicar a usted cómo puede usar su habilidad para curarte a ti mismo. ¿Estás preparado?

¿Qué es la salud?

Lo primero para hacer tener un cuerpo y una mente sanos es para entender lo que entendemos por salud. La salud no es la ausencia de enfermedad. De hecho, disfrutar de un cuerpo y una mente sanos va más allá de la ausencia de enfermedad, es un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual. Así, un individuo sano es aquel que puede disfrutar de la vida de forma social y activa.

En otras palabras, Para disfrutar de una salud plena debemos cuidar nuestra alma, nuestra mente y nuestro cuerpo. Ya que, siempre que alguno de ellos se vea afectado, pasaremos por algún tipo de malestar y nuestra salud se verá afectada.

Una vez que entendemos este concepto debemos prestar atención a nuestros comportamientos. Observa cómo te sientes, cómo comes y de quién te rodeas. Mírese completamente y piense si su estilo de vida es realmente saludable. Además, ten en cuenta que las personas sanas tienen una frecuencia vibratoria alta.

¿Cómo puedo elevar mi vibración?

Las personas vibran a diferentes frecuencias en la escala vibratoria, dependiendo de cómo se sientan. Por ejemplo, el psiquiatra e investigador David Hawkins publicó un estudio mediante el cual, a través de una prueba, pudo para observar que las emociones tienen energía y que pueden medirse en una escala vibratoria a la que llamó "Escala de Conciencia".

En la escala postulada por el Dr. Hawkins hay diferentes vibracionesde la luz, siendo el ajuste más alto el de la iluminación y el más bajo el de la vergüenza. Así, en orden para elevar nuestra vibración, debemos prestar atención a nuestro cuerpo y observarnos completamente.

Una vez que seas consciente de cómo te sientes, puedes empezar a actuar. Aquí tienes algunos métodos que pueden ayudarte.

Agradece

Todos estamos aquí y ahora por una razón, nada es casual. No olvides para agradecer tanto a usted y a a otros y trabajar desde la aceptación. De esta manera, podrás fluir con la vida de una manera más agradable y no luchar contra la realidad, sino comprenderla y transformarla.

También es importante para notar el camino que te trajo a donde estás ahora y sigue avanzando hacia tus objetivos. Agradece todo lo que has aprendido y, al mismo tiempo, con todos los que te dieron una lección y sa la vez que tú.

Participar en la comunicación asertiva

La mayoría de las veces nos juzgamos a nosotros mismos más que a los demás. Es importante tener en cuenta que las palabras tienen una frecuencia vibratoria y que tanto lo que decimos a nosotros mismos y a lo que dicen los demás a nosotros puede afectarnos si no somos conscientes de su poder. Por eso hay que prestar atención a lo amable y compasivo que eres a ti mismo. Una buena práctica es para empezar a decir palabras de consuelo a ti mismo o anota palabras o frases positivas en un cuaderno para poder leerlas en algún momento del día.

Conectar con la naturaleza

Cada día que pasa, la humanidad se encuentra más fragmentada de la naturaleza. Por eso, reconocer que pasar tiempo en la naturaleza nos conecta con la Madre Tierra es clave. Esto nos permite para calmarnos y regular nuestra frecuencia.

Sin embargo, a menudo nos distraemos en el torbellino de la rutina diaria, y creemos que no tenemos tiempo a scima por un segundo y disfruta de la naturaleza. Un simple paseo por el parque o unas minivacaciones pueden hacer mucho. Aunque en las grandes ciudades es más difícil para conectar con la naturaleza, prueba para darse un poco de espacio ir a tumbarse al sol durante unos 15 minutos. También puedes tener plantas en tu casa y conectar con su energía.

Ejercicio

El ejercicio regular puede ayudarnos a ser más activos y a escuchar a nuestro cuerpo. Al ser activo, nuestro cuerpo comenzará a para pedirnos una mejor alimentación, hidratación, buen descanso y más conciencia por sí sola. Sin embargo, realizar una actividad física va más allá de cuidar nuestro físico: nos ayuda a llevar un estilo de vida más saludable y, por tanto, también a calmar nuestros pensamientos. Según tu edad, tus gustos o tus posibilidades, puedes elegir entre actividades más tranquilas como el yoga a otras más intensas.

Meditar

Nuestra mente tiene un poder ilimitado y por eso es necesario prestar atención a nuestros pensamientos y cuidar de ellos. La meditación no sólo nos permite para calmar nuestros pensamientos, pero también nos permite para conectar con nosotros mismos y volver a nuestro eje.

Empieza con meditaciones guiadas cortas si nunca has meditado antes y luego prueba con meditaciones más largas. También puedes meditar sin guía, simplemente concentrándote en tu respiración. Hay varias formas para meditar, elige la que más te resuene y no te juzgues si te distraes o te cuesta concentrarte. Recuerda que la práctica hace la perfección.

Conclusión:

El mundo actual nos ha desconectado tanto de nosotros mismos como de los demás. En el torbellino del díahoy en día, en el constante ajetreo al trabajo, o en las preocupaciones y temores que nos invaden, nos olvidamos de la tarea más importante, mirar hacia adentro.

En consecuencia, hemos dejado de lado nuestra salud, y si no estamos alineados no hay manera de que nos mantengamos sanos. Debemos mirar el cuadro en su totalidad y volver a nuestro eje. Tenemos el poder para curarnos a nosotros mismos. Y no olvides que antes de empezar para sanar necesitas para pedir ayuda y aprender cómo para escuchar a tu cuerpo, alma y mente, y entonces podremos centrarnos en la curación.